Mucho ha pasado en el último año, y la verdad no quiero
entrar en detalles, este escrito no es para eso, ya habrá tiempo de plasmarlo
cuando me sienta listo para ello. Gracias a todas las personas que nos han
apoyado en todos los sentidos. A los que se han entrometido de las maneras más
atroces, en su momento pensé en decirles tantas cosas, pero dejare que la vida
misma se encargue de ustedes.
Me he cuestionado de todo, la misma existencia de Dios, del amor (incluyendo la amistad y familia), de la felicidad, de lo que realmente importa en la vida y su mismo significado; pero hoy estoy en paz aunque uno de esos 5 factores aun permanece en duda (no diré cual pues se podrán ofender los amigos religiosos).
Es verdad que uno como persona va cambiando, no somos los mismos cuando nos conocemos a cuando nos dejamos, nuestros valores cambian, depende mucho de nuestras maletas emocionales y de la psique que vamos arrastrando desde niños, a veces no superamos nuestros demonios, los vamos disfrazando, con placer, con antidepresivos, con lujos, con ego, y no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde y terminamos poseídos y dañando a los que una vez quisiste. No nos gusta que nos digan las cosas, que nos corrijan, que sin pedir consejo nos lo den, y cuando lo hacen por default actuamos aun mas en contra.
Crecemos engañados, ilusionados, nuestros padres no nos preparan lo suficiente para la gran mierda que puede llegar a ser la vida a veces. “Qué guapo, inteligente, talentoso, etc…” Nada de esto es suficiente, y menos si eres una persona noble, y de principios; existe la maldad, la traición, la competencia injusta, el abuso, inequidad, envidia, corrupción entre otras cosas que te van aplastando, enterrándote con el tiempo en un mar de lodo nauseabundo. Tu idea de una vida feliz va transformándose para complacer a los demás, cambias para la dicha de otros, te olvidas de quien eres, de lo que tú quieres, mueres poco a poco.
Mas o menos en la misma línea, el consumismo, el materialismo, las redes sociales, libros/series/música basura, influencian demasiado a quienes viven con un gran vacío, se llenan de falsos valores, contienden con los demás por el mejor cuerpo, carro, bolsa, ropa, lentes, amante, esposa, trabajo. Compran lo que no necesitan, desechan todo en perfectas condiciones, los conduce la moda, la rivalidad, la voracidad insaciable de sobresalir. Cuando escala empiezan a desechar a sus seres queridos, a su pareja, a sus amigos, cortan comunicación con su familia, se empiezan a reunir con personas similares, se clavan puñales en la espalda mientras beben champaña, se aprovechan uno del otro, cuando menos te lo esperas estas solo, por viejo, porque ya te sacaron lo que te tenían que sacar, te reemplazaron con una nueva y mejorada versión de ti.
La vida no es bella, la vida es salvaje, y tiene de todo, un día puede ser maravillosa como lo cantaba Louis Armstrong, y otro día lo pierdes todo, te lo arrebatan, y la soledad que te llega de golpe te va consumiendo, te alejas de todos, piensas en suicidio, en venganza, en huir, en hacer berrinches y cometer algún crimen, quieres llamar la atención, gritos mudos de ayuda.
Te descubres en un espejo que refleja tenuemente ese yo que tenías olvidado, ese yo que seguramente ya no es el mismo, que ha caído, tardas en reconocerlo, en aceptarlo, y poco a poco lo vas queriendo, te vas amando de nuevo, te respetas, quieres salir adelante, quieres vivir de nuevo. Habrá recaídas, momentos difíciles, de pruebas, hay que ser fuerte, serán ejercicios que te ayudaran a defenderte, a cuidarte, a ser feliz en el futuro.
Quédate con los amigos que te apoyaron siempre, y busca nuevos, hay mucha gente buena, que comparte tu modo de ver las cosas, que te admiran, que te pueden querer y amar como te lo mereces. Efectivamente la vida sigue, y depende de ti si eres feliz o no, es difícil, pero hay que hacerle la lucha. Nuestros hijos son nuestro principal motor, por ellos y para ellos tenemos que estar bien, espero poder enseñarles a ser fuertes y estar preparados para todo, por lo menos lo más que se pueda. Yo no sé que sería de mi si no los tuviera, posiblemente estaría en algún bar, lejos, en el suelo, esperando la muerte mientras trato de ahogar el dolor con mezcal, algo poético y dramático como siempre.
Me he cuestionado de todo, la misma existencia de Dios, del amor (incluyendo la amistad y familia), de la felicidad, de lo que realmente importa en la vida y su mismo significado; pero hoy estoy en paz aunque uno de esos 5 factores aun permanece en duda (no diré cual pues se podrán ofender los amigos religiosos).
Es verdad que uno como persona va cambiando, no somos los mismos cuando nos conocemos a cuando nos dejamos, nuestros valores cambian, depende mucho de nuestras maletas emocionales y de la psique que vamos arrastrando desde niños, a veces no superamos nuestros demonios, los vamos disfrazando, con placer, con antidepresivos, con lujos, con ego, y no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde y terminamos poseídos y dañando a los que una vez quisiste. No nos gusta que nos digan las cosas, que nos corrijan, que sin pedir consejo nos lo den, y cuando lo hacen por default actuamos aun mas en contra.
Crecemos engañados, ilusionados, nuestros padres no nos preparan lo suficiente para la gran mierda que puede llegar a ser la vida a veces. “Qué guapo, inteligente, talentoso, etc…” Nada de esto es suficiente, y menos si eres una persona noble, y de principios; existe la maldad, la traición, la competencia injusta, el abuso, inequidad, envidia, corrupción entre otras cosas que te van aplastando, enterrándote con el tiempo en un mar de lodo nauseabundo. Tu idea de una vida feliz va transformándose para complacer a los demás, cambias para la dicha de otros, te olvidas de quien eres, de lo que tú quieres, mueres poco a poco.
Mas o menos en la misma línea, el consumismo, el materialismo, las redes sociales, libros/series/música basura, influencian demasiado a quienes viven con un gran vacío, se llenan de falsos valores, contienden con los demás por el mejor cuerpo, carro, bolsa, ropa, lentes, amante, esposa, trabajo. Compran lo que no necesitan, desechan todo en perfectas condiciones, los conduce la moda, la rivalidad, la voracidad insaciable de sobresalir. Cuando escala empiezan a desechar a sus seres queridos, a su pareja, a sus amigos, cortan comunicación con su familia, se empiezan a reunir con personas similares, se clavan puñales en la espalda mientras beben champaña, se aprovechan uno del otro, cuando menos te lo esperas estas solo, por viejo, porque ya te sacaron lo que te tenían que sacar, te reemplazaron con una nueva y mejorada versión de ti.
La vida no es bella, la vida es salvaje, y tiene de todo, un día puede ser maravillosa como lo cantaba Louis Armstrong, y otro día lo pierdes todo, te lo arrebatan, y la soledad que te llega de golpe te va consumiendo, te alejas de todos, piensas en suicidio, en venganza, en huir, en hacer berrinches y cometer algún crimen, quieres llamar la atención, gritos mudos de ayuda.
Te descubres en un espejo que refleja tenuemente ese yo que tenías olvidado, ese yo que seguramente ya no es el mismo, que ha caído, tardas en reconocerlo, en aceptarlo, y poco a poco lo vas queriendo, te vas amando de nuevo, te respetas, quieres salir adelante, quieres vivir de nuevo. Habrá recaídas, momentos difíciles, de pruebas, hay que ser fuerte, serán ejercicios que te ayudaran a defenderte, a cuidarte, a ser feliz en el futuro.
Quédate con los amigos que te apoyaron siempre, y busca nuevos, hay mucha gente buena, que comparte tu modo de ver las cosas, que te admiran, que te pueden querer y amar como te lo mereces. Efectivamente la vida sigue, y depende de ti si eres feliz o no, es difícil, pero hay que hacerle la lucha. Nuestros hijos son nuestro principal motor, por ellos y para ellos tenemos que estar bien, espero poder enseñarles a ser fuertes y estar preparados para todo, por lo menos lo más que se pueda. Yo no sé que sería de mi si no los tuviera, posiblemente estaría en algún bar, lejos, en el suelo, esperando la muerte mientras trato de ahogar el dolor con mezcal, algo poético y dramático como siempre.
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