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 No Reservations
Para la muerte tampoco hace falta hacer una reservación final, no necesitas tener una invitación formal. Muchas veces, llega, como un gruñido de hambre, un llamado del intestino que te avisa que es hora de comer.
No sé por qué me pudo tanto la muerte de Anthony Bourdain, no creo que solamente haya sido por lo repentino, va mas allá. Siento un nudo en la garganta, era un pinche tipazo.
Bourdain además de chef, fue un exitoso escritor, la mayoría de sus obras obtuvieron el estatus de best sellers; Creó varios programas para diferentes plataformas y televisoras, participó en cine, en música rock, hasta se metió en el mundo de los cómics y escribió su propia novela gráfica.
Abogaba por los derechos de los indocumentados, la fuerza mayoritaria detrás de la economía restaurantera, defendía la cultura mexicana, apoyó el movimiento en contra del acoso sexual en la industria, criticaba los personajes que se popularizaban y no contribuían a la sociedad, de igual manera a las grandes cadenas de comida rápida y los ingredientes que usan. La lista es larga.
Querido por las masas, por su forma de pensar, por ser tan franco, por su apertura a las diferentes culturas y promover respeto a las mismas, por mostrarnos a todos el mundo real y la manera que comen todos, específicamente en los países en desarrollo y sus platillos más característicos. Una mente curiosa con un apetito voraz.
Bourdain se convirtió en una celebridad haciendo lo que todos soñamos con hacer, viajar, tomar, comer, probando de todo y en el proceso conocer grandes personajes. ¿Entonces que pasó? Pasó que la depresión es una hija de puta.
Existen muchos tipos y niveles de depresión, así como monstruos y laberintos de tantas fantásticas y fascinantes leyendas mitológicas, y no todos los héroes emergen victoriosos. Así como Bourdain, muchos nunca lo hacen. Sus demonios desde joven, sus dos matrimonios fallidos, su hija que nunca veía, la soledad abrumadora esa que no tiene escapatoria, por mas que te rodees de amigos o seres queridos, es un aislamiento que nace desde adentro, de una obscuridad tan densa y sin razón.
Me duele su muerte, y quizá sea que en los últimos treinta días ha muerto mucha gente cercana, muchos conocidos en mi pueblo. La mayoría por la epidemia que insidia al puerto y sus ciudadanos: Cáncer. Le sigue el diabetes junto con enfermedades cardiovasculares y sus derivados, principal causa de muerte en Sonora. Pero ese ya es otro tema.
En México el 10% de la población sufre o ha sufrido depresión, el doble a nivel mundial. No es para menos, tenemos muy buenos motivos: pésimos estándares o calidad de vida, pobreza y pobreza extrema, porquería de oportunidades laborales, ni se hable de desarrollo o educación, los acontecimientos sociales, así como la normalización de la corrupción, el crimen organizado y la impunidad en nuestro país. No es fácil vivir, menos ser feliz. 
Gracias Anthony, por tanta inspiración y por haber brindado un maravilloso escape para nosotros, y en lo personal por ser un ejemplo. Seguiremos viendo tus programas, brindando junto contigo y algún día, victoriosos de nuestros propios complejos (o no), quizás, probemos algunos de esos platillos.
Bon Appetite y Salud.


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